jueves, mayo 16, 2013

PRINCIPIOS Y FILOSOFÍA DE LA MAGIA CELTA



Una de las leyes principales que rige a la magia celta es que todo aquello que aparenta ser imposible es posible, siempre y cuando se le de el respeto que se merece. Es importante que cualquier persona que decida llevar a cabo alguna práctica relacionada a la magia celta desarrolle y cultive la espiritualidad ya que la misma representa una gran ayuda para lograr entrar en contacto con el mundo espiritual. El principio fundamental de la magia celta es el equilibrio ente los espiritual y lo supremo, lo material y lo físico ya que uno depende enteramente del otro. Los brujos o magos celtas deben aprender a manejar cuatro poderes que representan ciertas normas muy antiguas de la iniciación en esta práctica las cuales consisten en “saber”, “querer”, “atreverse” y “permanecer en silencio”.

En el último caso debemos destacar el hecho de que para todo aquel que practica magia celta el silencio es muy importante ya que esto evita que aquellas personas que se sienten curiosas y tienden a hacer juicios sobre este tipo de prácticas. Por otro lado, cuando los brujos de la magia celta necesitan mantener un cierto equilibrio, suelen contar con esos cuatro poderes que a su vez, se encuentran relacionados a los cuatro elementos: el saber se relaciona con el aire; atreverse con el agua; el querer con el fuego y guardar silencio con la tierra, aunque es importante destacar que según la magia celta existe un quinto elemento: el espíritu, ya que el mismos habita en el interior de todos los seres y los objetos.

La tradición que marca a la magia celta se basa principalmente en el respeto y el conocimiento de todas las energías que le corresponden al planeta tierra, la luna, el sol (quienes representan al padre y a la madre de la magia celta) y por supuesto la naturaleza. Básicamente la magia celta centrar tanto su filosofía y sus teorías en la perfecta harmonía que se debe centrar en nuestro planeta y en todos los seres que habiten en él.

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