lunes, junio 15, 2015

HISTORIA TIPICA "NO TE DEJES LLEVAR POR EL FISICO"

Soy el típico chico al que le gustan las chicas de grandes pechos y lindos cuerpos. Me fijo en lo físico. Un día un compañero del curso me dijo, “una amiga mía gusta de vos”, me lo dijo por facebook y me pasó el de ella. La agregué. Para mi sorpresa era una chica de mi escuela que siempre me la encontraba. Siempre pensé que estaba loca. No era de mi gusto, era gordita y no era muy atractiva. Si lo era, yo no lo veía. Comenzamos a hablar, era divertida y graciosa. Hablábamos mucho por chat. Un día me la cruce de frente y solo nos saludamos. A la semana me atreví a preguntarle si yo le gustaba. Ella me respondió que si, pero como a mi no me gustaba, decidí mentirle diciéndole “te daré una oportunidad”. Ese mismo día una chica muy hermosa y delgada me dijo que le gustaba y estuvimos juntos. Al poco tiempo empezamos a salir, mientras que a la chica de mi escuela aún le mantenía la ilusión. Un día ella me vió con “mi novia” (la chica hermosa) y yo le dije que de verdad no la quería lastimar, pero que ya estaba saliendo con otra persona. Ella entristeció y se marcho. No hablamos por semanas. Un día viernes encontré a mi novia con otro chico y se me vino el mundo abajo, fue horrible, entonces volví a casa y ví a la chica de mi escuela conectada, le hablé con 0 esperanzas de que me respondiera, pero para mi sorpresa, respondió, “hola bonito, ¿Cómo estas?”. Estaba con la misma alegría de siempre. Los días pasaban y no había día en que no le hablara, aunque solo fuera por tonteras, igual ella siempre respondía paciente y tierna. Pasaron varias semanas y un día le pregunté “¿Aún me quieres?”, ella respondió, “¿De qué forma?”, “¿Aún te gusto?”, pregunté insistiendo. Ella se demoró en responder. En su muro había publicaciones seguidas de un chico, hasta que ella me lo confirmó, “estoy saliendo con alguien”, en ese momento sentí un vacío muy grande, no entendía mucho por qué, pero dolía, “ah…” respondí, no pude escribir nada más. En ese momento pensé que esto habrá sentido ella cuando yo la rechacé. Solo nos saludábamos, nunca hablámos en persona. Hasta que un día me atreví a acercarme a ella, estuvimos conversando un rato largo. Cuando nos íbamos iba ella, un amigo mio y yo, tomé su mano. El roce de su mano con la mía me causó una extraña sensación. Sentí ganas de no volver a soltarla nunca más. Ella llevaba 5 meses de relación, se veía feliz, mientras yo solo quería abrazarla, por lo que decidí hacerlo. En ese instante sentía deseos incontrolables de no querer soltarla nunca más. Quedamos de acuerdo en salir otro día y así fue, tome su mano de nuevo. Había más cercanía. Ella sonreía y bajaba la vista, entonces entendí, me enamoré de ella. No me importaba su físico, solo no quería separarme de ella nunca más. Ella ahora lleva 9 meses de relación y yo he estado con muchas chicas, pero sigo enamorado de ella. De vez en cuando, solo cuando ella me lo permite, la visito. Ella no sabe lo que siento y jamás lo sabrá. Se casará dentro de poco pero no puedo evitar eso, quiero su felicidad, aunque sea lejos mío. Esta enamorada de otro, pero no de mí. Perdí la posibilidad de que ese amor sea mío. He besado muchos labios, imaginando como sería rozar los de ella, he dormido con muchas mujeres, imaginando su cálido cuerpo al lado mío, pero lamentablemente, ya no será nunca. Ella no me pertenece, ella no me quiere a mí.
Si leíste hasta el final no pierdas a la persona que está a tu lado, menos por su físico. Amála por lo que es, su inteligencia, su ternura, su valentía, sus defectos y virtudes. Amála todos los días, y si se acaba, demuéstrale que peleaste hasta el final. Yo perdí a esa mujer, yo perdí a mi primer amor... NO LO PIERDAS TU./

domingo, junio 14, 2015

Carta de una Bruja al Hombre

Querido Hombre:

Hoy me pongo frente a ti para hablarte mirándote directamente a los ojos. No, no me busques bajando la mirada ni un paso por detrás de ti. Ya no estoy ahí. Sé que te resultará difícil después de milenios manteniéndome arrodillada y un paso atrás, pero vas a tener que acostumbrarte a buscarme en mi nuevo lugar, frente a ti, hasta que consiga el que verdaderamente me pertenece y por el que estoy luchando. A tu lado y a tu altura.

Si te atreves y me miras sólo a los ojos verás determinación en ellos. Verás honestidad y sinceridad, verás tan solo a una persona frente a otra. ¿Quieres saber qué veo yo en los tuyos? Veo miedo. Veo pánico. Veo desesperación. Veo a la mitad de una especie que ya no sabe cual es su lugar en este mundo, porque lo que le dijeron que se esperaba de él ya no es necesario. Porque el sistema que Él mismo creó está empezando a resquebrajarse ya que se creó a medias, sobre el silencio, la humillación y el sometimiento de la otra mitad. Y esa fue su condena.


Generación tras generación habéis transmitido a vuestros hijos unas mentiras que os han hecho esclavos de vosotros mismos y de las que ahora no sabéis ni queréis salir por miedo. Teméis perder una supremacía que en realidad nunca os perteneció. Un poder que conseguisteis mediante la fuerza y el miedo y que tratáis de mantener mediante las mismas armas, la fuerza y el miedo. Pero ya no funcionan y eso os aterra. Habéis creado vuestra identidad sobre nuestra inferioridad, y ahora, cuando millones de mujeres en el mundo se levantan y se enfrentan a esa falsa idea, os sentís atacados. Os sentís negados. Rechazados. Pero no es a vosotros a quienes rechazamos, es a este sistema que habéis impuesto y que no funciona. Que nos está destruyendo a nosotros y al mundo que nos cobija. Rechazamos la violencia, rechazamos las guerras en las que mueren culpables e inocentes. Guerras ajenas a nuestra voluntad pero en las que somos las verdaderas heroínas, porque mientras vosotros os asesináis en los campos de batalla, somos nosotras quienes mantenemos en pie un hogar al que podáis volver después, somos nosotras las que mantenemos un cierto orden y cordura en un mundo que vosotros lleváis miles de años intentando destruir. Somos nosotras quienes mantenemos este mundo vivo para todos. Rechazamos ser las victimas colaterales de esas guerras, rechazamos que celebréis la victoria violando, raptando, robando nuestras vidas. Rechazamos un mundo en el que impera la ley del más fuerte. Rechazamos la eterna competición que sólo lleva al fracaso. Rechazamos un mundo en el que millones sufren una agonía eterna para que unos cientos se consideren triunfadores.

¿Por qué nos odiáis? Nosotras no hemos hecho otra cosa que amaros. Somos vuestras esposas, vuestras hijas, vuestras madres. Todos y cada uno de vosotros os formasteis dentro de un cuerpo de mujer. Fuisteis hechos con su sangre y con su carne. Crecisteis dentro de la calidez de un útero de mujer, un lugar donde se produce la magia de la vida. Llegasteis a este mundo a través del Portal Sagrado que es una vagina de mujer y de un dolor atroz que sólo se soporta por amor. Fuisteis concebidos gracias al milagro del ciclo menstrual, algo puro, limpio y bendito. Vosotros, el Hombre, lo ensuciasteis, lo convertisteis en tabú, lo considerasteis impuro. Y fue la leche de nuestros pechos la que os alimentó al principio de vuestra existencia. Lo primero que conocéis en esta vida es el calor de una madre, el arrullo de su cariño, es el amor de una mujer. ¿Por qué nos devolvéis odio?

Cada vez que golpeáis, insultáis o humilláis a una de nosotras, os lo hacéis a vosotros mismos. Cada vez que nos matáis, estáis matando el futuro. Al lugar del que venís. A toda la especie.

Y yo, la Mujer, ya no me creo tus palabras. Ahora sé que no soy como tú decidiste que fuera. No soy débil, no necesito tu ayuda para sobrevivir, no necesito un tutor que me guíe ni que vele por mí. No soy temerosa ni menos inteligente. No soy una niña eterna. No necesitamos que nos cuidéis. No necesitamos dueños. No necesitamos amos.


Yo soy la descendiente de un linaje de mujeres que nunca quiso aceptar el lugar que le impusiste. Soy el último eslabón de una cadena de mujeres valientes que se levantó y se enfrentó a tus imposiciones, a tu falsa superioridad, a tus religiones opresoras y a tu Dios masculino y castigador, hecho a tu imagen y semejanza, no a la nuestra. Soy la descendiente de unas mujeres que dieron su vida por mi libertad, de aquellas que quemaste para silenciarlas convirtiendo su voz en un grito que atravesó los siglos para brotar de nuevo de nuestra garganta. De aquellas a las que llamaste brujas.

Y esta Bruja que hoy se levanta ante ti y te mira a los ojos, puede que no sea tan valiente como aquellas que perdieron su vida a cambio de un lugar en la Historia, pero el anhelo es el mismo. Esta bruja te tiende la mano y te ofrece un lugar a su lado. Yo, la Mujer, te devuelvo el lugar que siempre te correspondió. A mi lado y de mi mano. Porque sólo unidos podemos salvar este mundo de un sistema mal construido que lo está destruyendo. Solo caminando juntos, nuestra especie puede tener algún futuro.

Por eso te pido, Hombre, que venzas al miedo. Que busques la verdadera valentía que escondes dentro de ti y te atrevas a sacudirte todas las mentiras que te contaron. Toma mi mano y deja que te enseñe a ser un Hombre nuevo. Deja que te enseñe lo que la Mujer necesita de ti, un compañero, un colaborador, un igual. Necesitamos vuestro respeto, necesitamos vuestro amor incondicional. Sólo así dejaremos de estar enfrente para estar al lado. Por eso, deja que el viejo odio vuelva al lugar de donde nunca debió salir y permite que te enseñe de nuevo a Amar.

Porque por muchas hogueras que enciendas, esta bruja que se levanta y se enfrenta a ti ya nunca se callará hasta que entiendas la base sobre la que se asienta nuestro futuro. Que nacemos de un acto de amor, y sólo el Amor podrá salvarnos.